¡Hey! ¿Como estáis?
Querréis matarme, lo sé. ¡Dos días seguidos hablando de One Direction! Pero es que jo, ahora estoy inspirada para expresar mi amor hacia ellos.
Todo empezó en 2011. What Makes You Beatiful en la gran tele de aquella casa en la montaña. 5 chicos, adorables todos, que cantaban como los ángeles, pero que no llegaron a captar mi atención. Aquel fue el primer vídeo que vi, y la primera vez que me gusto un famoso, porque aquel rizado de ojos color esmeralda me enamoró desde el principio.
15 de septiembre de 2012. Ese fue el día clave, el día en el que estalló mi gran fanatismo hacia ellos.
Cuando descubrí que no eran un famoso más. Cuando descubrí que ellos iban a ser mi vida.
Porque ellos son mi todo, mis ángeles, mi razón de ser.
Siempre he dicho esto y lo seguiré diciendo ¿que es de una adolescente sin ídolos? Yo creo que nada.
Más allá de que una adolescente no tenga ídolos en este momento, los tendrá tarde o temprano. Aparecerá ese famoso que sea su todo, y que sin el no sea nada. Yo lo sé.
Imaginarme la vida sin mis ídolos es una vida sin sentido.
¿En que hubiera gastado mis euros si no es en sus conciertos, o en el merchandising?
¿Que hubiera hecho las tardes lluviosas si no fuera escuchar su música?
¿Como estarían mis paredes si no estuvieran a rebosar de posters de ellos?
Ellos son mi vida. Ocupan mi corazón como nunca nadie lo ha hecho. Y es que los amo tanto que no se ni como explicarlo.
Aunque si tuviera que decir por que los amo, sé cual es la respuesta.
"Porque ellos me hacen fuerte."
I love you, so so so much.
